17 Jun
17Jun

Shantala fue una mujer de la India. En los años cincuenta, el ginecólogo francés Frédérick Leboyer la conoció paseando por las calles de Calcuta y se quedó fascinado observando los movimientos de los masajes que ella le hacia a su bebé.
En la India, estos masajes son comunes, y se practican desde el nacimiento. Leboyer quiso transmitir esta técnica a las madres y padres de occidente, ya que para él, estos masajes eran "el regalo de dar amor".

En qué consiste?

En masajear con un aceite vegetal todo el cuerpo desnudo del bebé, apoyándolo sobre las piernas de la madre/padre. Este masaje terapéutico de origen hindú se basa en la presión suave y los movimientos descendentes lentos. El sentido del tacto es fundamental, ya que se convierte en un canal de conocimiento y sensaciones, en un diálogo piel con piel cargado de emociones entre mamá/papá y bebe.

 

Beneficios? Muchos!

  • contribuyen a la relajación tanto de bebé como mamá y papá.
  • estimulan el sistema nervioso.
  • mejoran el sistema respiratorio.
  • facilitan la digestión (ayudan a reducir los cólicos)
  • ayuda a conciliar el sueño.
  • fortalece el vínculo del apego
  • hidrata y tonifica la piel.


En qué momento del día realizar este masaje?

Cada bebé tiene su propio ritmo. Es cuestión de observar y darnos cuenta cuándo estará disponible para recibir el masaje (te vas a dar cuenta).
Es clave generar el momento para realizarlo, y así ayudar a generar un ambiente de relajación, cuidando cada uno de los sentidos:
Bajar la luz o cerrar cortinas;
Música relajante;
Aromaterapia. Asociar un aroma con el estado de calma;
Prestar atención a la temperatura del ambiente;


Y por último, y muy importante ...

Aprender a detenerse (apagar las pantallas, el bluetooth, auriculares: desconectar!) es difícil en estos tiempos (lo sabemos), pero darte el tiempo para aprender esta técnica y estar presente será un bien y una huella para tu bebe que va a quedar para toda la vida.

El arte de Shantala se aprende con paciencia, práctica y tiempo. No forcemos. Observemos. Probemos. Dejemos que fluya. Es un momento de disfrute, íntimo, de conexión, mimos, miradas y mucho amor. De a poco, irán aprendiendo a disfrutar de esos encuentros.

Si leíste hasta acá, te recomendamos tomar algún taller o aprender esta técnica para hacer con tu bebé. Es sencilla y es realmente un momento único de conexión entre ambos. Es sumar un hábito de conexión y sentidos. Como siempre, ante cualquier duda consultá con tu pediatra.
 

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